Introducción
La encía cumple un papel clave en la protección del diente y del hueso que lo rodea. Cuando la encía se retrae, parte de la raíz queda expuesta, lo cual no solo afecta la estética de la sonrisa, sino que puede generar sensibilidad, mayor riesgo de caries en la raíz y problemas periodontales más graves.
En este artículo explicaremos las causas, los síntomas, las consecuencias y los tratamientos posibles para la recesión gingival, con base en la evidencia científica actual.
¿Qué es la recesión gingival?
- Se define como el desplazamiento del margen gingival hacia la raíz del diente, de modo que parte de la superficie radicular queda expuesta.
- Clínicamente, se considera que la encía libre está “más apical” que la unión cemento-esmalte (UCE).
- Afecta tanto a la estética (los dientes parecen “más largos”) como a la función (mayor sensibilidad, posibilidad de caries radicular).
- Si no se trata, puede progresar y comprometer el soporte del diente (hueso, ligamento, etc.).
Causas / Factores que favorecen la recesión de encías
La recesión gingival generalmente no aparece por una sola causa, sino por la combinación de factores predisponentes más factores desencadenantes. A continuación unas de las más reconocidas:
Factores predisponentes
- Biotipo gingival fino: personas con encías delgadas tienen menor margen de tolerancia frente a agresiones.
- Posición dental desfavorable (por ejemplo, dientes fuera del hueso alveolar u “afuera”).
- Frenillos o inserciones de fibras musculares/frenos que tiran de la encía.
- Predisposición genética / características anatómicas individuales.
Factores desencadenantes / agravantes
- Cepillado agresivo o técnica inadecuada
- Usar demasiada fuerza, movimientos horizontales fuertes o cepillos de cerdas duras puede lesionar el tejido gingival repetidamente.
- La evidencia indica que este trauma por cepillado es una causa importante en pacientes jóvenes, mientras que en adultos con más de 40 años la enfermedad periodontal suele tener más peso.
- Enfermedades periodontales (gingivitis, periodontitis)
- La inflamación crónica de la encía y la destrucción del tejido de soporte pueden provocar recesión gingival.
- La periodontitis puede comprometer el hueso alveolar y favorecer la retracción de encía.
- Trauma oclusal / fuerzas excesivas
- Un mordisco incorrecto, contactos prematuros o presiones excesivas pueden influir negativamente en el soporte gingival.
- Bruxismo (rechinar/apretar los dientes)
- La tensión continua sobre los dientes puede inducir microtraumas en la encía y favorecer su retracción.
- Factores externos irritativos
- Tabaco / hábito de fumar: se ha identificado como factor que empeora la recesión y dificulta la cicatrización.
- Piercings orales y otros objetos que rozan la encía de forma crónica.
- Prótesis o restauraciones mal ajustadas que generen presión o irritación.
- Cambios hormonales / estados que afectan el tejido gingival
- Por ejemplo durante el embarazo, menopausia, pubertad. Las variaciones hormonales pueden hacer las encías más sensibles al daño.
- Edad
- La prevalencia de recesión gingival aumenta con la edad, posiblemente por la acumulación de factores de riesgo e influencias crónicas.
Síntomas y signos que puede observar el paciente
- Sensibilidad dental al frío, calor o al contacto debido a la exposición de la raíz.
- Cambio estético: los dientes parecen más largos.
- Notas una “muesca” en la base del diente (zona cervical).
- Encías que sangran con el cepillado o al pasar el hilo dental (indicio de inflamación).
- Mayor acumulación de placa o sarro en zonas recesivas.
- En casos avanzados: movilidad dental o pérdida de inserción.
Consecuencias si no se trata
- La raíz expuesta es más susceptible a caries radicular.
- Mayor desgaste radicular (abrasión) en la zona expuesta.
- Pérdida progresiva del soporte (hueso y ligamento) si el proceso continúa.
- Problemas estéticos y funcionales.
- En casos graves, riesgo de pérdida dental.
Diagnóstico y evaluación
- Historia clínica completa (hábitos, antecedentes, higiene, bruxismo, etc.).
- Exploración periodontal: sondaje, medición de recesión, nivel de inserción.
- Evaluación radiográfica para ver la pérdida ósea.
- Análisis del biotipo gingival, posición dental y factores locales.
- Determinar los factores causales (cepillado, fuerzas oclusales, inflamación, etc.).
Tratamientos y manejos posibles
El objetivo principal es detener la progresión de la recesión, aliviar síntomas y, cuando sea posible, cubrir la zona radicular perdida.
Tratamientos no quirúrgicos / iniciales
- Corrección de hábitos / técnica de cepillado
- Enseñar al paciente una técnica adecuada y suave (por ejemplo método Bass modificado, movimientos verticales/lipos).
- Usar cepillos de cerdas suaves o medium (nunca duros).
- Uso de cepillos eléctricos con sensor de presión si es apropiado.
- Control de placa y tratamiento periodontal
- Raspado y alisado radicular para eliminar sarro y bacterias subgingivales, suavizar la superficie radicular.
- Mantenimiento periodontal regular para controlar inflamación residual.
- En muchos casos, estos pasos son suficientes para estabilizar la recesión.
- Control de fuerzas oclusales y bruxismo
- Si existe bruxismo, puede ser necesaria una férula de descarga.
- Ajustes oclusales si hay contactos prematuros o desarmonías.
- Tratamientos complementarios
- Ortodoncia para reposicionar dientes que estén fuera del hueso y disminuir la presión sobre la encía.
- Corrección de prótesis/restauraciones mal ajustadas.
- Eliminación de factores irritativos locales (piercings, objetos que dañan la encía).
Intervenciones quirúrgicas / reconstructivas
Cuando la retracción ya está establecida y el paciente demanda cobertura estético-funcional, se pueden plantear técnicas quirúrgicas, siempre que las condiciones biológicas lo permitan. Algunas de estas técnicas son:
- Injerto de tejido conectivo (del paladar u otras zonas)
- Colgajo coronalmente desplazado (coronally advanced flap)
- Colgajo pediculado (sliding flap)
- Regeneración tisular guiada (uso de membranas)
- Injertos libres de encía (free gingival graft)
- Técnicas combinadas (injerto + membrana, uso de factores de crecimiento)
- En casos severos, se puede combinar con cirugía ósea si hay pérdida de hueso.
La selección de la técnica depende de la magnitud de la recesión, el espesor del tejido, la presencia de hueso, la estética deseada, etc.
Según algunos consensos, la cirugía para aumentar la encía insertada como “prevención” no siempre está justificada, y el objetivo principal es lograr cobertura radicular cuando se indica.
Prevención: cómo evitar que la recesión empeore
- Mantener una higiene oral adecuada, suave pero eficaz.
- Revisión y limpieza profesional periódica (generalmente cada 3-6 meses según el riesgo).
- Evitar cepillos de cerdas duras y técnicas agresivas.
- Usar protectores nocturnos si hay bruxismo.
- No fumar o dejar el hábito.
- Controlar restauraciones, prótesis y alineamientos dentales.
- Evaluaciones regulares con el dentista / periodoncista para monitorear cambios.