El blanqueamiento dental es en la odontología estética una maravillosa herramienta. Es un tratamiento que logra reducir varios tonos del color original de las piezas dentales, dejando los dientes más blancos y brillantes.

Si queremos blanquear los dientes, el mejor lugar para empezar es en una boca saludable.

Se comienza con el diagnóstico; la causa de la decoloración o lesión, tomando en cuenta las manchas producidas por alimentos, bebidas, hábito del tabaco, tratamiento con antibióticos durante la infancia u otras causas. Posteriormente seleccionando un producto o método de blanqueamiento dental adecuado.

Los dientes más amarillos responden mejor al blanqueamiento en comparación a los dientes con una coloración parda o grisácea. Las manchas por antibióticos o por defectos del esmalte dental, pueden no responder de manera uniforme durante el tratamiento. Por tanto, las técnicas para lograr el objetivo deseado pueden variar, y el dentista apoyarse con otra  técnica, como es el caso de la micro-abrasión.

¿Qué tan blancos deben quedar sus dientes? 

No existe una respuesta, cada persona es única. Algunos desean un cambio inmediato y dramático (como aquel realizado en la consulta), mientras que otros prefieren blanquear sus dientes gradualmente (como aquel dirigido por el dentista aplicado en casa). Los resultados finales dependen del color natural, la dificultad para eliminar las manchas y el tratamiento elegido.

Consideraciones: 

  • Un cambio de apenas dos o tres tonos, puede lograr una diferencia notable en la sonrisa de cualquier persona
  • Aunque que el blanqueamiento puede lograr bajar entre nueve a más tonalidades, la mayoría de las personas que blanquean sus dientes considera un buen cambio entre dos y siete tonalidades.

Los dientes blancos y brillantes son deseables, pero el tener una sonrisa saludable es más importante. En la consulta se puede conseguir no solo una sonrisa más blanca y atractiva, sino también una salud bucal que contribuya a la su salud general.

¿Puede causar dolor?

En el pasado, los agentes blanqueadores utilizados por el profesional producían sensibilidad, hoy en día los productos destinados para el blanqueamiento poseen menor concentración para disminuirla y a su vez proporcionar los beneficios del blanqueamiento.

La sensibilidad puede ocurrir  cuando se ingieren alimentos fríos o calientes posterior a someterse a un tratamiento de blanqueamiento dental, desaparece después de 48 horas y se detiene por completo cuando se concluye el tratamiento. El dentista proporcionara herramientas para contrarrestar estos efectos.

En lugar de dirigirse a un mostrador cosmético o a un centro comercial local en busca de blanqueadores dentales, empiece con un chequeo dental. El dentista puede evaluar, diagnosticar y tratar cualquier enfermedad de salud oral urgente y asesorarle acerca de las diferentes opciones para blanquear los dientes de forma segura y eficaz.